decía en la época para expresar el coqueteo. Saber eso podía animar o decepcionar, según las intenciones que se hubieran abrigado con respecto a ella durante la etapa de las miradas. Había que dejar bien delimitados los campos, saber a qué atenerse, porquenotodaslaschicassemerecíanelmismotrato. Conozco esa clase de muchachas que a sí mismas se califican de «modernas» y creen que tal calificación les da derecho a hacer un despliegue de desvergüenza sorprendente, aunque pretendiendo