en todo, España estaba orgullosa de ser diferente. II. EN BUSCA DE COBIJO Mucho antes de que a una jovencita le llegara la edad de «echarse novio», ya había anidado en su mente una noción muy clara,aunquetambiénalgoinquietanteporloqueentrañabade disyuntiva, de decisión personal para su futuro: si no tenía vocación de monja, quedarse soltera suponía una perspectiva más bien desagradable, «desairada». No es que se