hecho mucho daño a la humanidad. Por eso lo calificamos nada menos que de «estrafalario». Y es que, en vez de compaginar lo bello con lo útil, la graciosa estrella y sus imitadoras aunaron lo antiestético y lo pernicioso. Sinllegaraestejuiciomoralistaqueentrañalapalabra«pernicioso» otras publicaciones ponían el acento en la incomodidad que suponía para cualquier faena llevar el pelo sin horquillas. Lo cierto es que, después de la citada película, habían nacido muchas