liberal. Declara expresamente creer compatible el liberalismo con la fe. A mí, por el contrario, me parece que hay que estar de acuerdo con la vieja doctrina pontificia que establecía su incompatibilidad. Podrá él, sin duda, tener toda la toleranciaposibleenlasacciones,podráguardarconmigo,enmodosy palabras, la mayor discreción y cortesía, pero de ningún modo podrá ejercer conmigo lo que él llama su liberalismo en total igualdad de condiciones, si ha de ceñirse a la observancia de su condición de afiliado a la