, borrosa por la humedad de muchos inviernos, pero todavía conmovedora y suave como un terciopelo. Si, alzaba lentamente la cabeza y descubría aquellos dos ojos beatíficos y almendrados, dulcísimos, de la mujer de la pintura: tus ojos. Aquella figura que muy bien podía haber sidopintadaporlasmanosdeloshermanosLorenzetti. Esa figura de los amaneceres con nieve y piedra es para mí como una obsesión. A veces, al contemplarla, se me enrojecen aún más los ojos, llenos
CAR:021.32
PINTARI - Colorear, o dibujar mediante trazos (por ext., describir)