perseguidores. El --lo había repetido muchas veces desde la escapada de casa-- mató con sus manos a una antigua amiga en un momento de ofuscación sucedido pocas horas antes; ésa era la triste verdad; ahora huía y en su huida desesperaba deencontrarunasalidareal;hubiesepreferidofumar y beber en su casa pero eso estaba ya fuera de alcance. De repente recordó que ella le había traído el regalo que comprara en las vacaciones de Semana Santa; una corbata