, el alivio, el primer alivio desde el horror, entró en él y presintió que todo era un sueño, un sueño que le tenía atrapado y que sólo rompería si lograba atravesarlo y pensar. Un espasmo vino a romper la cadencia del vaivén. Elsudorquelecubríasehabíaheladorepentinamente y recibió su presencia como una amenaza y también un recordatorio terrible. Apretó los dientes para evitar la temblequera que presentía. Cuando ésta llegase (lo sabía por