había intercalado en su prosa, como aquellos que decían: Buona sera Miei signori Buona sera Buona sera No sabíamos si irritarnos o sonreír; pero si en alguna ocasión le mostrábamos nuestro malestar, entonces Fulvio le daba un tono más serio y respetuoso alaspáginasdeFogazzaro,recitabaversosmenos impertinentes, como aquellos que decían: Crescano sul Parnaso mirti e allori, Felicissima notte a lor signori. »La velada irritación de Fulvio no cesaba de hacerse notar de