escogimos para el preludio de un nuevo viaje las iglesias de Verona y no el teatro romano, la Arena o las ruinas de Sirmione, ya en el lago? Parecía que estábamos destinados a hundirnos en los signos y símbolos de las penumbras. Por eso, aquellamismatarderegresamosatrásparaascender hacia la luz fresca y verdosa de Valbosco. Antes nos detuvimos unos momentos en la orilla del lago. Allí te hice esa fotografía que aún conservo entre mis papeles.