desenlace las vidas --¿unidas?, ¿separadas?-- de Adriana y de Marescu. Los tres estaban destinados a clausurar, excesivamente tarde, la temporada en aquel centro destinado a sanar los cuerpos y a apaciguar a los espíritus. Tras su visita al Consulado Italiano,Marescuregresóconelconvencimientode que no sólo contaba con todas las cartas para hacerse definitivamente con el amor de Adriana, sino también para desactivarla ideológicamente. Como Jano le había sugerido a Adriana