con la leyenda: Casa di Salute. 2 Finalizaba el verano, tan breve y fresco en aquellas tierras. El balneario se había ido despoblando. Pero el pequeño hotel albergaba todavía a un grupo de gentes extrañas; un grupo de personas que quizá noteníanunhogaralqueregresaroque--como Jano-- no tenían prisa en cambiar de país. Era el mismo grupo de gentes que cada noche se reunían en el salón, al calor de los chisporroteos de la chimenea