casi perrunos por el Sentier; visitas extravagantes y errátiles a asambleas y morabitos; lecturas poco recomendables, recopilación de recortes de prensa, fantasías epistolares, escucha indiscreta de las conversaciones de su mujer. La contemplación del plano del metro le absorbe durante horas: la simultaneidad espacial le haceolvidarelrigoravariciosodeltiempo,esavía estrecha, en sentido único, que necia e inexorablemente le empuja desde atrás. Cuando baja a la estación de Bonne Nouvelle y toma por ejemplo la línea de