, al parecer, al desconocido a que abandonase su condición de tal y pasara a la de conocido, decidiendose a buscar a alguien que hiciera la presentación. Ilusionarse por alguien cuya mano no se había estrechado todavía era andarse por las ramas. ¿Demodoqueintuyesqueuncaballereteaquiennisiquiera has sido presentada puede saciar tu sed espiritual para toda la vida? Por lo visto ignoras que el amor requiere, con vistas a la prolongación de la especie y a la felicidad de los seres,