, Daniela preguntó: --¿Quién es el ángel que me trae más chocolates como éstos? Los venden acá enfrente, en el bar de la plaza. --Yo soy --me apresuré a contestar. Con disgusto oí la voz de Massey que anunciaba: --Te acompaño. Rodeadosdemáscarasydeseñoresdeetiqueta, lentamente bajamos por la escalera de mármol. Echamos a correr al salir del teatro, porque en la placita hacía demasiado frío. En el bar, Massey eligió una