estas latitudes festejaran el Carnaval.» Me puse los anteojos, porque sin ellos todo es borroso para mí, y no pude reprimir un gemido. La fotografía no mostraba, como yo creía, al gigante de una carroza demáscaras.Mostrabaamigigante,elBuey,rodeado de pobladores de Estocolmo, que lo miraban embelesados. --¿Usted de nuevo hizo las valijas? --Y tomé el primer avión, a las Baleares. Desde entonces no paso un