, si por ahí empiezan a decir que se volvió maniático. Que está viejo. --No me importa lo que digan. --Va a sufrir en su amor propio. --No tengo amor propio. --Yo sí. Mucho. ¿Qué sería de un joven que se proponetriunfarenlavidasinotuvieraamorpropio y ambición? --¿Y por qué no pone, señor Rugeroni, una pizca de todo eso en el estudio? --observó con una sonrisa