Peter estaba bañado por el sudor y su pecho respiraba agitadamente. Adriana intentó animarle para que hiciera un nuevo esfuerzo; le dijo que continuarían la ascensión en pequeñas etapas, deteniendose siempre que él lo deseara. Pero la decisión dePeterfuefirme;eraunadecisiónquenacía, simplemente, de su falta de fuerzas, de la imposibilidad absoluta de seguir ascendiendo por aquella pendiente. Jano comprendió que la salud de Peter estaba más maltrecha de lo que aparentaba,