las últimas semanas. A pesar de la confianza y de la liberalidad con que había tratado a Jano durante su primer encuentro en el pueblo, ella dijo haber sentido siempre hacia él respeto y temor. Fue precisamente este temor el quelellevabaarehuirsucompañíaoanoacudir a las citas; aquel mismo temor que «jamás» --aseguró rotunda-- le habría permitido entrar en su habitación para husmear en sus cosas. (Esta última aseveración la hizo cuando