salir, hacia Grecia. Unas gotas de aguanieve comenzaron a caerle sobre el rostro. Nada le importaba que los puertos de montaña pudieran ya estar cerrados. Siguió caminando mientras a su lado el lago --imperturbable a los sueños y a las realidades delossereshumanos--leacompañabacrujiendo sobre los pedregales de la orilla. Ibiza, juliodiciembre de 1985