los versos de Quasimodo, del viejo Café de la Scala --en el que Patrizia nos presentó una noche a Giorgio de Chirico--, el rumor de colmena de la Galería "Vittorio Enmanuele", los violines de la terraza de "Savini", las plazas enprimavera,ardiendoconmilesymilesde banderas rojas y negras...» 5 Cuando al atardecer Jano emprendió con lentitud su paseo en dirección al pueblo, bordeando el río y la altísima fila de chopos