Le sale la risa del buche, como a las palomas», piensa el viejo admirando ese pecho rotundo. -¡Qué hombre éste! ¡ Un verdadero calabrés!... ¿ Y Brunettino? Al viejo le alegra ese recuerdo. -Menosmalquehoynolesaqué.Andacon la tripita suelta. Se enfrió, creo yo. -El que se va a enfriar es usted, si sigue aquí... Suba conmigo; necesita calentarse y una copita: