se del frío con su pelliza, el viejo fuma en paz el único cigarrillo que se permite en todo el día, aparte el de después de cenar, ya en su alcoba. Su mente rumia el asombro experimentado al conocer al maridodelaseñoraMaddalenacuandohaidoacomprar las peras. Un hombre alto, sí, pero fofo, cara de santurrón, pelo a raya muy aplastado y voz atiplada. -¿Y la señora? -le preguntó cortésmente el
SON:088.03
COMPRAR.1 - Obtener una posesión a través de una transacción económica.