el niño le hablaría. Por eso le encanta esa fuente. Además, claro, camina al lado de Hortensia que, minutos después, le introduce en una iglesia. Una sola nave, como en Roccasera, y casi vacía; sigue abierta aún por ser la Nochevieja. Hortensia avanzadecididahaciaunacapillitalateralysesienta en un banco desde donde ve la imagen de San Francisco. En el altar de la capillita temblotean dos velas encendidas ante una Madonna. En el muro frontero,