espumante!... En este Milán todo es frío; no sé por qué tendría Renato tanta prisa en irse a la cama con su milanesa.» Mientras procura apaciguar a la bicha, se pone los pantalones, se echa encima su manta y, ya como de costumbre,avanzasigilosoporelpasillo.Llegahasta la cuna sin un ruido: por algo se encargaba en la partida de las descubiertas más difíciles. Se inclina sobre la carita: ese blanco imán que pone luna llena en todas