silencio al dormitorio grande, detenerse ante la puerta, dejar caer al suelo su equipaje. Se pasó una mano por el pelo y un pañuelo por la frente para enjugarse el sudor. Fue entonces cuando la Mujer Pirata salió a su encuentro con violenciayleempujó,legritófueradeaquí,ladrón, degenerado, asesino. Siguió maltratandole y amenazándole con avisar a la policía después de que el hombre, acobardado, comenzara a decir con voz suplicante