y gentil se dirigió a David: --Ven cuando quieras --le dijo--. Ésta es la casa de Julián y de los amigos de Julián... Le pareció a David que había una insinuación de despedida en el tono amable, pero rotundo. Miró a Julián, yéldepositóelgatoenlaescalerayleinvitóa seguirle: --Vámonos a mi cuarto; quiero darte unos libros... La madre abandonó el sofá y se fue hacia el piano