posibilidad, ni siquiera la idea de que Annick aceptase el desatino y regresara un día con David. En medio del discurso, Julián se interrumpió: --Por favor, Genoveva --dijo--, ofreceme algo de beber... III Loscubiertosteníanunbrilloapagado.Daviddepositó los suyos sobre el plato de postre y esperó. A través de la mesa, Julián le sonrió y también esperaba. Los narcisos permanecían erguidos dentro del vaso de cristal. Sus coronas