orgullo. Le pasó la mano por la cabeza, y el pelo cortado a cepillo quedó aplastado por un momento para recuperar en seguida su calidad áspera y crespa. --Así me gusta, David, así me gusta. Ahora podrás disfrutardelveranoy,enoctubre,aempezarelbachillerato. David estaba pensando en el regalo, pero no sabía cómo decirlo. Deseaba que el padre recordase el premio, aludiese a la recompensa tanto tiempo esperada. «Las