implantó bajo la dirección de los militares rusos; en Checoslovaquia y en Polonia, donde había movimientos populares antinazis y democráticos, el proceso fue más complejo pero la influencia de Moscú fue el factor decisivo que orientó esas naciones hacia el comunismo. Desde entonces la sombra de la Unión Soviética cubreelterritoriodetodosesospaíses;susdirigentes son responsables, primordialmente, ante la autoridad central, Moscú; subsidiariamente, ante sus pueblos. Los gobiernos de Alemania Oriental, Rumania, Checoslovaquia,