del mundo exterior. Temblaron las luces dentro de las bombillas. --Ocurre a veces, cuando hay tormenta --dijo Genoveva. Temblaron las luces, y si se apagaran del todo, el ama entraría con una palmatoria, encendería velas en candelabrosdeplataodecristal,loscolocaríaentrelos dos y la escena se convertiría en lo que realmente era: un encuentro terrible entre dos seres que luchan por un muerto. Con ira contenida, Genoveva siguió hablando de la