él creía olvidado, y había caído en la trampa. Pero no era más que eso: una trampa. David estaba por encima de aquella crítica mezquina. Era verdad que ellos sabían distinguir un perfume, el estilo de un mueble, el bouquet de un vino, pero JuliáncolocabaensusitioesosconocimientosyGenoveva los esgrimía victoriosa para mostrarle hasta qué punto David se había esforzado en asimilarlos y los había valorado mucho más que otros aprendizajes. Una ira