le oyó porque, riendo, anunciaba que Miguel se estaba haciendo un hombre y ya decía me cago en dios y cosas así. Al poco tiempo entró Carmina con cervezas frías y el abuelo comentó que no había carne mejor que la del ganado español. Todos rieron y Carmina se marchómuyseria,talvezindignada.Durantecasi una hora estuvieron hablando de ganadería y riendo, no cesaron de reír ni cinco minutos. El domingo por la tarde puso en práctica su plan.