los había conseguido. Agus los miraba fascinado y no cesaba de hacer preguntas. Miguel estaba tumbado en la cama y se había colocado una moneda sobre la frente y otra sobre la barbilla: si hablara se le caerían. Pero Agus insistía, dóndeloshabíaencontrado,yterminóquitandoselos para que pudiera contestarle. Miguel se revolvió con agilidad y al instante se los arrancó de las manos. «¡Son míos!», exclamó con arrogancia. No
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QUITARII.1 - Tomar o coger [algo] [a alguien] en contra de su voluntad