la. El amo iba camino de la cuadra, a echar el ojo a los animales, que le recibían con sus relinchos, mugidos y pateo de cascos, como ellos hacen... ¿Y sabes cuándo había que estar más al cuidado? Cuando,encallandolaescalera,resonaban,tonton,los tablones del pasillo que daban a nuestra cámara de gañanes, donde dormíamos.» El viejo ríe en silencio ante el súbito recuerdo: «A veces entraba entonces por