... Nuestras mismas torturas, por obra del tiempo y la costumbre, se convertirán en una segunda naturaleza y los fuegos que nos martirizan serán caricias...». La arenga de Mammón levantó en el Averno un clamor de aplausos semejante al de la tormenta cuando sacude al maryhaceresonarlasrocasyoquedadesdelpromontorio. Entonces Belcebú... YO: Ahora entiendo la inquietud de Satán. El discurso de Mammón era desviacionista. Con su astuto programa de reformas pretendía distraer al