Texto contextualizado: |
una novela era imaginable encontrar aquel mundo magnífico, fascinante como un reino de leyenda. La oscuridad antigua y enigmática de la antesala aparecía atravesada por un haz soberbio de luz limpia en el que el aire flotaba majestuoso y casi visible. Una anciana de pelo canoso y sonrisa tenue le dijo mi niño, mi niño, por fin has llegado. «Ya casi no te acordarás de mí, la última vez que te vi aún no sabías hablar», añadió, y Miguel, dejandose besuquear, contempló la panoplia con sables y las |
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