los Beatles y por eso, cuando el profesor le trajo uno de sus discos como regalo de cumpleaños, lo escuchó con una expresión de disgusto que difícilmente podía pasar inadvertida. --Si lo prefieres, suprimimos la música de nuestras clases --propuso Carlos sin rencor. Elniñoseencogiódehombrosypensóque,por lo menos, había conseguido erradicar aquel enojoso gesto breve, no recordaba habérselo visto hacer en las últimas semanas. Ahora, sin embargo, incluso su