le contó cómo había salvado la vida a Tintín cuando le perseguían los hombres de pelo aplastado. Poco a poco fue subiendo el tono de su voz, hasta llegar casi a gritar las palabras de agradecimiento que en esa ocasión le había dedicado Tintín: «Gracias, Miguel,tedebolavida». La abuela se removió entonces en el sofá, pero no se despertó hasta después de que Miguel hubo narrado otra de sus aventuras con Tintín, la de los pasadizos
TER:050.15
DEBERI - Tener una deuda, material o moral, con alguien