la situación, iba a tener que quedarse bastante tiempo y el niño se alegró en su interior, creyó que podría disfrutar de su compañía constantemente. Pero lo cierto fue que su madre tuvo aquellos días demasiadas cosas que hacer: intentó en vano hacerveniralabuelo,seocupódelaenfermahasta el agotamiento, visitó médicos y farmacias, buscó personal para el servicio doméstico... Apenas descansaba. No tenía un momento de respiro. La nueva sirvienta era una mujer