una casa modesta, de puertas y ventanas altas, muy angostas, en la calle Lugones. Para ir al baño o a la cocinita había que atravesar un patio con plantas en tinajas y en latas de querosene, si mal no recuerdo. Cuando pienso en Rossi, me lo figuroconelsacodelustrinaparaeltrabajodeescritorio, siempre aseado, activo, frugal. Todos los días compartíamos el mate y la galleta; los domingos, el mate y los bollitos de Tarragona. Puntualmente,