revolviendo entre los exhibidores... De nuevo la imagen se disipó en la urgencia y en la ansiedad. Entonces le pareció que el frío de la noche aclaraba su cabeza y que las ideas volvían a circular; quizá ése era el momento de tomar una iniciativa o, cuando menos, afrontarloshechosconunmínimodeserenidad; así, reconfortado, miró el cartel del tugurio con la intuición de que lo hacía por última vez y, dando media vuelta, echó a andar con decisión