lo recibió el viernes, confirmó la primera impresión. Según creía, apenas la había mirado. La primera vez que la vio detenidamente, fue en sueños, cuando lo durmieron. Lo atrajo tanto que se dijo (con una palabra que despierto no solía emplear): «Aquíempiezaelromancedemivida.»Pasadoel efecto de la anestesia, comprobó que era idéntica a la soñada (lo que induce a pensar que ya la había observado, conscientemente o no). Se llamaba Viviana,