noche le hicieron desgraciado siempre, por unas o por otras causas; son --se dijo-- las aventuras más deprimentes, en las que uno se siente como si hubiera perdido algo tan indefinible que es inútil tratar de recobrarlo, de las que resultaimperiosodesembarazarseparaquenoacudan con su malestar fantasmal a nutrir los períodos de la vida en los que el abatimiento encoge el corazón de las personas. Al parpadear descubrió que las vibraciones luminosas del televisor vacío emitían una