hijo del abogado, cuyo teléfono facilita. Si no encuentran a la familia, el propio profesor se declara dispuesto a recoger al viejo en la comisaría y hacerse responsable de él. Gracias a Valerio el sargento consigue al fin hablarconRenatoenlafábricaypedirlequeacuda cuanto antes. Entre tanto le pasan al viejo un café y unas galletas: el nombre de Doménico Ferlini, el as de los tribunales, pesa mucho en las comisarías y el hijo