tornó a picarle la curiosidad. ¿Qué había hecho con la corbata? ¡Una corbata de lana! Los imaginaba a ambos revolviendo entre los exhibidores... De nuevo la imagen se disipó en la urgencia y en la ansiedad. Entonces le parecióqueelfríodelanocheaclarabasucabeza y que las ideas volvían a circular; quizá ése era el momento de tomar una iniciativa o, cuando menos, afrontar los hechos con un mínimo de serenidad; así,