! Sin esperarlas, ella le ofrece explicaciones sosegadamente: el primer encuentro en el parque, la amistad desde entonces, la simpatía entre dos meridionales, las visitas del hombre hasta la de hoy... -También comía a veces con usted, ¿verdad? -letranquilizapoderaclararloalfin. -Sí. Le encanta preparar platos de los nuestros. Habla como si no pasara nada, como si el hombre durmiera tranquilamente. -Mi padre tiene un cáncer