Texto contextualizado: |
Roccasera, de las riñas por llevar las andas de Santa Chiara y les llamó mucho la atención el nombre de scerraviglicu dado a la navaja. De ahí se pasó a discutir la agresividad humana o animal y los dos profesores se enzarzaron acerca de la clave del comportamiento. Pero no pasa nada. Claro: en Milán son como niños, incapaces de pegarse como los hombres. El viejo lo lamenta por el profesor Buoncontoni, que le había caído simpático. Además, seguro que tiene razón. El |
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