. ¿Qué demonios le sucedía a su maldita memoria? Otra vez esa pelota crispada en el estómago pero también una oquedad simultánea: Hambre. No has comido nada desde que la mataste. Se dobló sobre sí mismo en un intento de calmar laexigenciadelanecesidadycerrólosojos. En segundos volvió el deseo de dormir. Está ahí, esperandole, la odia, le abruma la idea de llegarse al teléfono y telefonear no sabe a quién, en plena
MIR:117.08
CERRAR.2a - Juntar [los componentes de los que están formadas algunas partes del cuerpo]