cuarto y el abuelo corre a gozar de las primeras gracias infantiles. Andrea no se había creído las palabras del viejo, pero él salió a las cinco hacia el Club de la Tercera Edad. Por lo visto ha encontrado allí a otra gente, porquealasnuevenoharegresado. -Mira, vamos a cenar nosotros. Ya no tardará -propone Renato. -¿Le habrá ocurrido algo? -¿A quién? ¿A mi padre? Su padre