químicos. Se suelta el cinturón de seguridad y le alivia sentirse más desembarazado para reaccionar contra cualquier amenaza. «Menos mal que la Rusca está hoy tranquila», piensa consolandose. A la enfermedad que le corroe la llama Rusca, nombre de un hurón hembra que leregalóAmbrosiodespuésdelaguerra:nohubo nunca en el pueblo mejor conejera. «Me tienes consideración, ¿ eh, Rusca ? Comprendes que venir a Milán ya es bastante duro. También para ti, lo sé. Si no